15 enero 2008

Triste evocación

Ayer me topé con esto:











Y me acordé de esto:
Temblando, con el frontal partido por el marrón, por el marronero, cae sobre sus costillas, pesada como un mundo, la res... Cae con estrépito, de bruces sobre el cemento... balando al descuajarse su osamenta, ya sólo un pobre costillar enorme, ya sólo un pobre cuero y sangre, media tonelada de huesos astillados, hincados en toda esa vida temblorosa y atónita... Ahí se va alzando, como un pesado pingajo, atrapada por la pata por un gancho que le salta arriba, que la alza por un ojal abierto en el garrón de un cuchillazo en plena estupidez sentimental, en plena media tonelada de monstruoso dolor, incomprensible, absurdo, balando, plañidera y tonta, como un escarabajo que no piensa, mientras medita lentamente por qué duele tanto y por qué duele qué parte de quién que es ella misma, la res, abierta al descuartizamiento atroz por todas partes, que nunca habían dolido y que eran tantas partes, tan extensas... y que pastando nunca habían dolido... haciendo leche, esperma, músculos, crin y cuero y cornamenta viva, que eran la vida misma manando hacia sus adentros, vibrando tiernamente como un sol cálido hacia sus adentros... y nunca habían dolido... Ya está colgada... Las patas delanteras se enderezan, se endurecen y avanzan hacia adelante y hacia arriba, implorantes y fatalmente rígidas, rematadas en cortas pezuñas que hace un instante amasaban el barro del corral, el estiércol de otros cien balidos, dinosaurios del siglo de las máquinas, nacidos para morir de un marronazo... Ahora ya es carne azul colgada en la heladera: "Uruguay for export"... Aquella res, que murió de un marronazo, cayó y tembló todo el frigorífico... Aquella otra res que recibió el marronazo en plena frente, de dos dedos de espesor, mientras entraba al tubo desconfiando porque allí no había pasto, alcanzó a comprender que había otra res delante, balando, que ya se la llevaba el gancho... y cayó detrás, también, y el cemento tembló bajo esos huesos... Aquella otra res, que esquivó el marronazo y que cayó también, con un ojo reventado y una guampa partida, deshecha, también cayó y tembló la tierra, tembló el marrón, tembló el marronero; la res, murió temblando de dolor y de miedo... de un marronazo en plena frente "for export" del Uruguay...

Alfredo Zitarrosa (Guitarra Negra, 1977)

11 octubre 2007

llanto

En mi casa

en mi país

llueve

sobre mojado

desde el lunes

06 agosto 2007

En serio

Vamos a jugar a la memoria,
al código anormal
donde el amor es todavía
una respuesta inherente a la vida

Vamos a jugar al instinto
novato y torpe,
a la verdad inmaculada
de la niñez

31 mayo 2007

De dos

La boca no me comprende.
Me mira amplia,
incrédula.

Le cuento mares impecables
que no esperan mareas
ni lunas nuevas.

Me burlo de mi risa temprana
y complazco los ojos curiosos.

Conozco cada carencia,
no me importa.

El ímpetu se vuelve noche
en el péndulo desvencijado

Construyo sus labios
en un beso predecible.

20 julio 2006

Perpetuo delirio

Fácil soñarme despierta cada insomnio.
Triste cortarle las ramas al árbol
Pobre la lluvia alada en tus venas
Ufano el discurso en mi cabeza
Sutil el desamor rutinario
y delirante que jura:
Nunca más

14 julio 2006

Furia

Ruido
Ruido
Ruido
Furia

Furia del ruido del silencio
Furia de la tristeza, de la inagotable capacidad de desilusión
Desilusión de la inagotable capacidad de agravio

Furia
Ruido
Furia
Rabia

Capacidad incapacitada, hecha mierda
Mierda
Mierda

Fila de cuchillos
Cuchillos de mierda
Mierda de heridas
Heridas de mierda

Rabia
Ruido
Furia
Mierda

Fila de heridas
Fila de mierda

Heridas en silencio
Silencio pendejo
Ruinoso

01 junio 2006

busco pleito










soy el ojo izquierdo de mi enojo,
las sábanas blancas de una noche de bodas.

soy el dolor de garganta de un grito de muerte,
el proyector de una película cansada.

soy todos los taxis rojos y verdes y azules,
la agonía de las luces de neón.

soy los pantalones cortos de una niñez ausente,
el amigo imaginario de mi lápiz gastado.

soy el reflejo en el fondo de un vidrio quebrado,
soy la sangre que sabe por dónde correr.

soy la sombra del perseguidor de tus sueños.

soy una gota salada que por aquí no pasa, no cabe.